Lecciones aprendidas tras una década de monitoreo del FONACIDE

Excusas clásicas de municipalidades vs realidad

“No alcanzan los recursos”.

Si bien los recursos que reciben los municipios son insuficientes para saldar todas las carencias educativas; las municipalidades sí pueden realizar inversiones más eficientes respetando el listado oficial de priorización de las instituciones educativas con necesidades más urgentes.
Un espacio para diseñar y consensuar estas inversiones, basándose en evidencia, son los Consejos Distritales de Educación. Por falta de normativas claras y recursos, estos Consejos se dedican principalmente a la realización de ese listado. Idealmente los Consejos deben ser espacios multisectoriales que incluyan, además de referentes municipales y del Ministerio de Educación, a estudiantes, sociedad civil y representantes del sector privado.
En los Consejos se debe buscar y crear soluciones para la educación alineándose a los planes nacionales y adaptándose a las necesidades de la realidad local.
Las municipalidades tampoco pueden respaldarse solo en el FONACIDE para invertir en educación. También deben buscar otras fuentes de financiamiento, tales como mejorar en la recaudación de impuestos, utilizar recursos propios e incentivar la responsabilidad social de empresas de su región

“La priorización no la hace la Muni ni la Junta”.

Anualmente la Municipalidad participa de la co-creación del listado de priorización y firma las actas de las mismas. La priorización se realiza en los Consejos Distritales de Educación, estas instancias deben ser presididas por la intendencia o en su representación por una dirección municipal relacionada a obras o educación.

“Burocracias del MEC generan atrasos”.

Aún con una limitada cantidad de funcionarios para la tarea, el MEC tarda en promedio hasta un mes para aprobar el listado de escuelas a invertir, presentado por los municipios. Es decir, las licitaciones en general no se atrasan por culpa del MEC, es más común que las municipalidades se retrasen en su planificación y envío de solicitudes de aprobación al MEC.

El Ministerio de Educación y Ciencias necesita más recursos

Cuando se creó el FONACIDE se disminuyeron casi a 0 los recursos de infraestructura y alimentación escolar del Ministerio de Educación y Ciencias. Aún ahora, autoridades y expertos en educación manifiestan que ese fue un error. El FONACIDE debía ser complementario, el MEC aún debía tener recursos para invertir en educación y debían buscarse otras fuentes más.

El Ministerio debe controlar a las municipalidades en la provisión de alimentación escolar y obras de cada institución educativa del país, pero tampoco tiene suficiente presupuesto para hacerlo. Las inversiones de infraestructura con FONACIDE durante poco más de una década no tienen un control de calidad. El monitoreo estatal y civil sigue siendo un grave déficit a nivel nacional. Ni la Contraloría General de la República ni el Ministerio de Educación y Ciencias controlan estos aspectos. El MEC no puede hacerlo, solo dispone de 17 fiscalizadores (1 por cada departamento) para más de 250 municipios. En la Dirección de Alimentación Escolar solo cuentan con alrededor de 8 personas.

Además de más recursos para educación, se deben contemplar recursos financieros y técnicos para el control de la inversión.

El conflicto constructivo como principio para el trabajo intersectorial 

La sociedad civil organizada no puede limitarse a apuntar errores gubernamentales o realizar actividades de catarsis. También debe sentarse a trabajar con el Gobierno, entender sus limitaciones, capacidades y diseñar de forma colaborativa soluciones a los problemas que aquejan al servicio de educación pública de nuestro país. El gobierno tampoco puede cerrarse a las propuestas basadas en evidencia de la ciudadanía ni inquirir con cuestionamientos infundados a la sociedad civil organizada.

Se debe dar el salto de fe y trabajar con convicción, seriedad y compromiso en pos de la causa mayor: mejorar el servicio de educación pública en Paraguay.

Es este principio de conflicto constructivo el que permitió que reAcción en cooperación con el Ministerio de Educación y Ciencias y la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas, logren una reforma nacional de políticas públicas que incrementa la transparencia en la inversión del FONACIDE

El FONACIDE no puede ser la única opción

Lo poco que quedó para ejecución de recursos de parte del MEC se utilizó mayoritariamente para colocar curitas en las escuelas de la capital paraguaya. No puede ubicarse al Ministerio de Educación en la eterna incertidumbre de perder o no recursos que necesita para invertir en docentes, técnicos, infraestructura, equipamientos, alimentación, kits escolares y más.

En el 2017 el entonces Viceministro de Minas y Energías replicó previsiones de que para el 2030 nuestro país consumiría toda la potencia instalada de energía eléctrica proveniente de las centrales Itaipú, Yacyretá y Acaray. En este escenario Paraguay ya no tendría energía que ceder a Brasil ni a ningún otro mercado. Existe una gran incertidumbre sobre la renegociación del Anexo C de Itaipú Binacional y como este podría afectar la recepción del FONACIDE.

De hecho, a nivel nacional se instaló el mito de que Paraguay recibe alrededor de USD 360 millones del FONACIDE anualmente. Esta es una mentira peligrosa. Acorde al informe de marzo de 2023 sobre rendición de cuentas financiadas con recursos del FONACIDE de la Contraloría General de la República, cada año Paraguay recibe menos recursos en concepto de FONACIDE. En el 2022 Paraguay recibió un total aproximado de USD 183 millones. Solo una pequeña parte de esos recursos debe destinarse a inversión en infraestructura escolar a través de municipalidades y gobernaciones; en el 2022 este monto fue de solo USD 22 millones.

El Presidente de la República Santiago Peña declaró que él personalmente dirigirá el proyecto de la modernización de la educación paraguaya. La pregunta es:

¿De dónde va a quitar recursos el nuevo gobierno para el sector educativo?

Para responder esta pregunta es urgente la realización de un análisis técnico, meticuloso y transparente. Las promesas vacías sobran. El FONACIDE no alcanza. En los próximos 5 años Paraguay debe aumentar su inversión en educación para asegurar las oportunidades básicas de acceso digno a este derecho. Después de todo, es necesario recordar algunas verdades:

  • 1.392.517 niños visitan día a día las ruinas de la educación paraguaya.
  • 457.000 niños y adolescentes ni siquiera van a la escuela, acorde a un último estudio de UNICEF.
  • Paraguay invierte sólo USD 800 por estudiante en vez de los USD 3.272 recomendados, indicó el Observatorio Educativo.
  • En 2012, según una investigación del Banco Mundial, la brecha de inversión en infraestructura educativa era de USD 1.200 millones. 
  • En 2022, FONACIDE distribuyó sólo cerca de USD 22 millones para infraestructura educativa. 
  • En febrero de 2023 el Ministro de Educación hacía público que se necesitan USD 410 millones solo para estabilizar la situación de infraestructura escolar.

Problema:

En el 2022 Paraguay necesitaba USD 410 millones para estabilizar la situación de infraestructura. Si en ese año Paraguay recibió USD 22 millones del FONACIDE para infraestructura y ese monto se mantuviese anualmente, ¿en cuántos años se cubrirían las necesidades previstas en el 2022?

Respuesta:

Si se mantuviera el monto anual del FONACIDE para infraestructura escolar del 2022, se necesitarían al menos 18 años para cubrir dicho monto. Esto es asumiendo corrupción 0, máxima eficiencia en la ejecución y 0 deterioro del estado actual de escuelas.

“Los números de la inversión en educación no acompañan el ritmo de la emergencia educativa que Paraguay enfrenta”.

Para mejorar la educación se necesitan recursos adicionales. Reducir la corrupción del FONACIDE es insuficiente. Se necesitará elevar impuestos a ciertos sectores. Con el financiamiento actual Paraguay nunca tendrá educación pública de calidad y se perpetuarán las Ruinas de la Educación.

Según publicaciones del Banco Mundial “Las escuelas públicas de Paraguay son significativamente más pobres que las escuelas públicas en el promedio regional () Alcanzar los estándares mínimos requeridos por ley es financieramente inviable, dadas las asignaciones presupuestarias actuales del sistema…”. Organismos internacionales como el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han recomendado revisar las políticas tributarias y aumentar impuestos.

También el Banco Mundial expresó que “A pesar de los avances significativos en los últimos cinco años, los ingresos fiscales siguen en un nivel bajo y siguen dependiendo en gran medida de los impuestos indirectos y las transferencias de las represas binacionales. Con una presión tributaria promedio de alrededor de un 12 por ciento en la última década, Paraguay está entre los más bajos en la región, 5,6 puntos por debajo del promedio en América Latina y el Caribe y la mitad del promedio en los países de la OCDE”.

«Ni el BM ni el FMI son organismos de la izquierda económica».

Incrementar impuestos es un tema tabú en Paraguay. Sin embargo, en agosto del 2021 una importante encuesta de CELAG sobre Panorama Político y Social arrojó que el 83% de la población paraguaya apoyaría un impuesto a las grandes fortunas.

Sí, mientras debe aumentarse la inversión en educación también debe mejorarse la eficiencia y la transparencia en la inversión de los recursos públicos con los que Paraguay cuenta actualmente.

Se debe reducir la corrupción y mejorar la eficiencia del gasto público, pero si al mismo tiempo no se aumentan impuestos, Paraguay seguirá atrasado en inversión y calidad en el servicio público de educación.