Acceder a información durante el encierro en Paraguay

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A más de 5 meses del inicio de la cuarentena y millones de dólares prestados por el gobierno para tratar de remediar la crisis por COVID-19 en Paraguay, la corrupción tiene a su disposición un escenario aún más volátil en donde la salud y el hambre son más reales para la gente que cualquier desvío de fondos públicos. Aún así, la ciudadanía intenta hacerle frente exigiendo el cumplimiento del derecho al acceso a la información pública, y con varias victorias. ¿Cómo lo logró desde el encierro de sus casas?

Actualmente Paraguay alberga unos de los mejores portales de datos abiertos de la región. Sin embargo, contrastar ese panorama con la evidente realidad cotidiana no da los mismos resultados ya que el país arrastra un merecido título como segundo más corrupto de Sudamérica, posicionándose así también entre los más corruptos a nivel mundial.

Una cruda representación de la verdad: ser transparentes no es sólo publicar información.

En crisis los derechos se deben reforzar, no aplanar

Es una realidad: la pandemia fue un golpe demoledor para todos los sectores laborales, incluso al estado. Todas las falencias antes desatendidas por un gobierno despreocupado se amontonaron en un jo´a sin precedentes en las últimas décadas.

El acceso a la información pública debe ser tratado como un derecho fundamental e impostergable, incluso durante la crisis por pandemia.

En estos momentos, algunos sectores tratan de vendernos que es lógico que el mismo Estado deba dejar de lado los servicios de transparencia para centralizar su potencial en la salud pública o en la alimentación social. Esto se ve reflejado en un par de solicitudes hechas en el Portal de Acceso a la Información Pública, un sitio virtual en donde la ciudadanía puede solicitar datos de interés a cualquier entidad pública de manera libre y gratui0ta según la Ley N° 5282/14 y la Constitución Nacional. En tales solicitudes, algunas entidades públicas intentaron excusar la tardanza del envío de datos por la situación de crisis. No obstante, cabe recordar que el mismo Ministerio de Justicia, ente regulador de la ley de acceso a la información pública en Paraguay lanzó un comunicado al respecto en donde expresa lo siguiente conforme al Decreto N° 4064/15 del mismo:

El acceso a la información pública debe ser tratado como un derecho fundamental e impostergable, incluso durante la crisis por pandemia. No debería ser un impedimento monitorear al gobierno desde el confinamiento. ¿El gobierno facilita medidas para esta práctica?

La ciudadanía es culpable de la transparencia gubernamental

Si bien las políticas de publicación de datos relacionados al gasto público son favorables en nuestro país, la promoción, el acceso y análisis de los mismos no lo son tanto. El funcionariado profesional de los entes públicos encargados de captar y denunciar las incoherencias habidas en estos, a pesar de todo el esfuerzo que le puedan dedicar, son personas; el control manual y eficaz de miles de contrataciones de emergencias surgidas en base a la necesidad social es imposible.

Solamente en los primeros cinco meses de cuarentena se dataron casi 3 mil licitaciones en el Portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), un promedio de más de 23 por cada día laboral. A pesar de habilitar y filtrar estas informaciones, no existe capacidad humana que pueda responder ante esta demanda, tampoco herramientas tecnológicas previamente desarrolladas que ayuden a sistematizar este control de manera más atinada.

El panorama no arroja malos pronósticos cuando existe, por encima de la ineficiencia del estado, una ciudadanía que presiona y controla por la transparencia.

Aún así, casos de corrupción publicados no faltaron tanto en el pasado como en estos tiempos. Una imposibilidad en toda regla teniendo en cuenta el desempeño gubernamental en esto. Sin embargo, gran parte tuvieron un sostén protagónico en el monitoreo ciudadano. Desde personas curiosas hasta aleaciones de periodistas y sociedad civil organizada lideraron recientemente algunos de los principales hitos de la historia de la transparencia en Paraguay, como la publicación de las declaraciones juradas de todos los funcionarios del estado hasta el 2017 o las de los relacionados a las compras con recursos de emergencia, algo nunca antes accesible en Paraguay.

Aún así, quedan muchos resultados por verse. El panorama no arroja malos pronósticos cuando existe, por encima de la ineficiencia del Estado, una ciudadanía que presiona y controla por la transparencia.

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La salud es lo primero, y la transparencia la puede impulsar

Paliar los fracturados derechos fundamentales como la salud y la comida en Paraguay se convirtieron en prioridad. La atención gubernamental y mediática se enfoca en tales servicios. Se nota claramente en la repercusión de otros ámbitos como la información, ya que en los primeros 5 meses de pandemia, aún con la necesidad de datos por el manejo de los recursos de emergencia, se registraron casi 600 menos solicitudes ciudadanas hechas en comparación al mismo periodo del año pasado.

Aún con la menor demanda, el déficit usual de respuestas del portal por parte del estado se mantuvo. Teóricamente, por lo menos 1 de cada 10 solicitudes de información ciudadana hechas por medio del portalacaban en la nada; falta de seguimiento a las especificidades de la solicitud por parte de las entidades, respuestas a medias o directamente, ignore total al pedido. Sin embargo, estos números pueden representar un rendimiento incluso óptimo e irreal de las mismas, ya que el hecho de que respondan no garantiza que la respuesta haya sido completa o ni de lejos acertada. De esta manera, muchos pedidos son marcados como “respondidos” haciendo figurar estadísticas erróneas en la práctica. Esto en una de las plataformas en donde recae gran parte del peso de la justicia comandada por la ciudadanía, aún siendo avalada por ley de transparencia pública en nuestro país. La crisis debería ser una oportunidad para el estado de resolver sus fallas anteriores, no para mantenerlas a largo plazo.

La transparencia es el comienzo de lo que buscamos.

A pesar de todas las fallas que desembocaron en esta situación que podría haber sido mucho mejor solventada por la responsabilidad gubernamental, es acertado mencionar que no es momento de reclamar en aspectos que “no competen” al salvaguarde de las vidas de cada paraguaya y paraguayo. Sin embargo, no hay que olvidar una simple ecuación que parece no ser tan clara en situaciones de pánico:

Un estado más transparente es un estado con mejor capacidad administrativa, sin desvíos, que invierte más y que, por ende, tiene una economía más estable y una mejor sanidad pública. La transparencia es el comienzo de lo que buscamos.

El estado cuida con lo que la ciudadanía paga

“Somos muchos los que estamos hastiados de la corrupción porque nos damos cuenta que afecta increíblemente nuestra calidad de vida”, mencionó acerca de la situación con la transparencia gubernamental el Abg. Ezequiel Santaga, Director del Instituto de Derecho y Economía Ambiental (IDEA) y uno de los principales propulsores de las leyes que rigen la transparencia en nuestro país.

Históricamente, la ciudadanía fue la que logró los grandes hitos a través del impulso de la transparencia en Paraguay

Las consecuencias de la crisis sólo representaron un incremento en el reflejo de un conjunto de malas políticas públicas hechas ya en las últimas décadas. Como un ejemplo, según datos del Instituto de Estadística de la Unesco, los mejores sistemas educativos del mundo invierten al menos un 7% del Producto Interno Bruto (PIB) en ello. Paraguay, lejos de esa posibilidad, invierte un visible 3,9%. La deuda pública que nos quedará a fin de año podría cubrir poco más de 4 años de buena inversión en educación. ¿Cómo se podría representar estos números en un valor ciudadano? Un déficit económico de más de G. 11 millones por habitante en el país. Aún así, parece ser que ni el monto ni las consecuencias subsidian lo suficiente a trabajar para mejorar la transparencia de la gestión pública.

Históricamente, la ciudadanía fue la que logró los grandes hitos a través del impulso de la transparencia en Paraguay. Sin embargo, el estado sigue arrastrando grandes deudas con la transparencia, y con ellas a su gente. En un acertado comentario, el Abogado agrega que “(…) esto es demasiado importante como para que lo dejemos así nomás y es absolutamente necesario que haya un fuerte movimiento de participación ciudadana”. Pues es así como evitaremos catástrofes sociales, tanto en crisis como en la normalidad.

“Que quede claro; si la cuestión del COVID (…) llegara a colapsar, nos vamos a morir por corrupción.”

Por Un Paraguay Transparente.

reAcción Paraguay.

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